Hoy estoy en Barcelona para disfrutar de la experiencia Hair Spa de Miriam Quevedo. Nada me puede apetecer más que conocer este protocolo de la marca de la que soy tan fan. Así que llego al Mandarin Oriental en pleno Paseo de Gracia para sumergirme  de lleno en el cuidado de mi melena. Para empezar me ponen un kimono y me conducen a una cabina privada y maravillosa lejos del mundanal ruido.

Me explican que voy a disfrutar de un tratamiento global, que consta de exfoliación del cuero cabelludo para eliminar todo rastro de impurezas, el ritual tiene lugar como os digo en una cabina privada, y transcurre tumbada. ¡Si, tumbada todo el rato!, ya se ocupan ellos de tener un lavabo movil para que tu permanezcas cómodamente instalada durante los 90 minutos que dura este ritual.

Primero haremos un diagnóstico del cuero cabelludo mediante una cámara de aumento con el fin de evaluar las necesidades concretas de cada cliente.  A partir de ahí, el profesional crea un ritual a medida con los ingredientes más preciados y las técnicas bioestimulantes antiedad más avanzadas. Según Miriam Quevedo, la creadora de la marca,» la belleza del cabello depende de la salud del cuero cabelludo».

Tras ver con la cámara aumentada mi cuero cabelludo  decidimos realizar un peeling químico natural  mas exfoliante mecánico de arena y extracto de coral de Tahití. Después un lavado con champú depurativo, y un segundo lavado con el de Black Baccara con células madres de rosa fresca.

Una vez limpio el cabello aplicamos las tres botellitas y el concentrado. Esta bomba de ingredientes, con células madre de rosa fresca Black Baccara,  polvo de diamante, y queratina vegana que ayuda a que los ingredientes activos penetren en la fibra y sella la cutícula, es la mezcla mágica. Dejamos actuar la “pócima” mientras me hacen un masaje de digitopresión en brazos, manos, cervicales y tobillos para multiplicar el relax y el bienestar, utilizando técnicas de drenaje linfático. Me encanta el concepto y ver como Javier, el técnico mezcla los ingredientes cual alquimista.

Como último paso aclaramos con agua abundante y pasamos a secar el pelo y peinarlo como habitualmente. No quiero que se acabe,  he disfrutado de cada paso de este ritual sensitivo y tan cuidado en cada detalle, desde los olores hasta las texturas.

Este es el resultado. Cuero cabelludo desintoxicado, cabello hidratadísimo, protocolo de 10. Y desde aquí le pregunto a Miriam: ¿para cuándo esta maravilla de ritual en Madrid?…Espero que pronto.
A partir de ahora lo definiré como la experiencia de 90 minutos  que todos deberíamos poder probar al menos una vez en la vida.