Atrás quedaron esas épocas en las que nadie reconocía sus retoques faciales y nos vendían la moto de “tengo la piel genial porque duermo 8 horas y bebo 2 litros de agua”, ¿verdad?

Afortunadamente ahora todo es más sincero y transparente. Tengo 45 años y busco mejorar mi piel, como muchas de vosotras. A parte de tener hábitos saludables me pongo en manos de la Dra. Eva García Hervías para hacerme una Reestructuración facial, o Full Face, que consiste, básicamente, en crear cimientos en mi cara para “sujetar” y que desaparezca la flacidez propia del paso del tiempo, y la piel luzca mucho más jugosa y firme.
Con la ayuda de la cámara Quantificare se puede hacer un diagnóstico integral que permite conocer las necesidades de tu piel por medio de una imagen 3D de tu rostro.

Tras estudiar mi rostro en movimiento y en estático la doctora decide cómo abordarlo con una combinación de ácido hialurónico, toxina botulínica y aparatología. Se tiende a pensar que el ácido hialurónico nos va a dar volumen al rostro (todos tenemos en la cabeza esas caras de hasmter que vemos a algunas famosas con unos pómulos exagerados), pero nos equivocamos. Pinchado a cierta profundidad y con la técnica apropiada hace un papel de anclaje y sujeción muy interesante y con un resultado absolutamente armónico.

La cuestión es estar guapa sin que se note. Como os digo hay rellenos de ácido hialurónico que sujetan, no que rellenan produciendo ese antiestético volumen que yo no necesito, la doctora abordó mi rostro en diferentes puntos: pómulo, redefinición mandibular, puntos internos para hacer soporte a la ojera y aliviarla. Otro punto importante es el temporal, por la zona de la sien (para entendernos) que abre sorprendentemente la mirada. Se utilizó también toxina botulínica en la frente pero sin paralizar, para que quedara un efecto dinámico y súper natural.

Otra de las grandes mejoras es la calidad de mi piel que hemos obtenido con mesoterapia subcutánea por toda la cara, que me ha dado mucha luz y que junto con la aparatología de Lunik hemos notado como mi rostro se ha armonizado pero conservando mis rasgos.

Es un procedimiento indoloro, y que te permite hacer vida normal inmediatamente después del tratamiento.

Creo que la maestría de la Dra. Eva García Hervías reside en que todo el mundo te ve más guapa, pero nadie sabe por qué. Y esto no es magia, es experiencia, formación y talento. Y mucho sentido común, puesto que ella es contraria a grandes volúmenes en labios o pómulos que al final afean y hacen evidente el “retoque”.

Según la doctora el paciente no tiene que pedir la toxina, sino la toxina elegir al paciente.

El mejor Botox es aquel que no ves. La Dra. García Hervías establece un diálogo casi secreto con nuestra piel y ella ve con los puntos clave para, como os digo, mejorar sin que se note.

Siempre que penséis en este tipo de tratamiento poneros en manos de los mejores, es la mejor decisión.